Con los disturbios de Tottenham Hale y del norte de Londres de 2011 todavía bastante recientes, en octubre de 2013 el ayuntamiento de Haringey comisionó unas reuniones llamadas " La consulta del futuro de Tottenham" que tenían como objetivo traer en primera línea las prioridades de los residentes del barrio al plan de regeneración del barrio ("Regeneration plan" en inglés). Estas consultas tuvieron una gran participación local con más de 3.700 respuestas, según afirma el mismo ayuntamiento.

A raíz de esas consultas se confeccionó el plan de desorrollo de Haringey para 2025 en el que puntos básicos como la mejora de las viviendas, mejor  acceso a los servicios públicos y sociales y la mejora de los espacios públicos para mantener una comunidad más unida en el barrio, fueron los puntos esenciales  que manifestaron las comunidades locales para este plan. 

 

Ejemplos de ello son espacios como el "Thinking Space"  (Espacios para pensar) organizados semanalmente en torno a diferentes temas de debate para que las diferentes comunidades del barrio se reúnan y compartan sus diferentes puntos de vista y problemáticas. Un espacio organizado por  Janet Campbell, coordinadora de desarrollo comunitario. Estos eventos, llamados eventos para la comunidad, son organizados por el ayuntamiento de Haringey con el fin de dar un papel protagonista a las comunidades del barrio y forjar un futuro conjunto donde las necesidades locales sean la prioridad para el desarrollo del barrio. Sin embargo, en un intento de investigar la participación latinoamericana en dichos eventos la repuesta de la coordinadora es negativa. "No hemos tenido ningún participante latinoamericano", señala Janet, "pero creo que la comunidad latinoamericana es una parte muy importante de la vida en Tottenham y  debería estar incluída en los proyectos de seguimiento de las comunidades". 

Estos proyectos que tienen como fin la creación de espacios abiertos, relajados y democráticos surgen como respuesta directa a los disturbios de 2011 que pusieron en relieve el peligro que engendran barrios marginados y olvidados donde las identidades culturales se mantienen muy arraigadas.

 

A través de la remodelación de parques y zonas verdes para el disfrute de actividades ociosas (como es el ejemplo del mercado de agricultores), la remodelación de las viviendas e infrastructuras con el fin de mejorar la imagen y el estatus del barrio así como una mejora de las conexiones de transportes ( como es ejemplo la remodelación de la estación de metro y trenes de Tottenham Hale), se muestra cómo las comunidades siguen teniendo un gran poder. Tienen su voz en una ciudad formada por una gran variedad de diferentes etnias que se interconectan entre ellas, dando el peculiar carácter de ésta metrópolis. Una capital que sin embargo, también se ve afectada por la crisis económica que con especial ahínco afecta a Europa y repercute con consecuencias sociales e ideológicas donde los primeros afectados son las comunidades más débiles, pobres y vulnerables.

Es el caso del auge de los partidos nacionalistas en Europa, un nuevo frente ideológico que también se ha desarrollado con especial fuerza en Inglaterra a través del partido nacionalista Ukip (partido por la independencia de Reino Unido), ganador británico en las elecciones europeas.

Con una campaña que se autoproclama "desvergozadamente patriótica", Ukip aboga por cerrar las fronteras inglesas y resaltar  el carácter inglés limitando los beneficios sociales, entre otros, a los británicos o a las "comunidades que traigan beneficios al país". 

Tal es el campo de batalla que se crea: comunidades locales, como la latinoamericana en Tottenham Hale, luchando por su presencia y reconocimiento local. Que a su vez existen dentro de localidades (compuestas por variadas comunidades) luchando por mejorar su aportación a la capital. Todo ello dentro de una metrópolis extremadamente multicultural con una gran tradición migratoria y social,  que quizás tendrá que adaptarse en el futuro a un país cada vez más nacionalista, patriótico y cerrado que apoya más la separación que la integración.

El futuro dirá si, por lo menos Londres, la irreverente capital británica, será capaz de mantener cierta independencia administrativa en sus diferentes municipios para seguir con el desarrollo de la ciudad en base a su carácter multicultural. Una ciudad que de hecho consigue sus beneficios a través de las diferentes comunidades.